jueves, 27 de noviembre de 2008

Clair de Lune


Hoy no quisiera hablar con palabras, sino con música. Uno de los lenguajes universales, ya que aunque la gente no sepa leerlo o escribirlo, al escucharlo cualquiera es capaz de sentirlo, emocionarse y entenderlo. Porque, como dijo Leonard Bernstein, la música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido. Tengo ganas de acariciar mi piano, y sentarme a conversar largas horas con él. Llevo demasiado tiempo sin tocarlo, sin expresarme a su lado y ya le echo de menos. Lo cierto es que lo pienso, y me resulta enormemente triste pensar en la gente que no sabe expresarse con música, porque es a mi entender la manera más pura y directa que alguien puede utilizar para transmitir un sentimiento. Quizás es por lo que Lizst decía, "la música es el corazón de la vida. Por ella habla el amor; sin ella no hay bien posible y con ella todo es hermoso."

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