martes, 27 de mayo de 2008

BUSCO EN LA MUERTE LA VIDA

BUSCO EN LA MUERTE LA VIDA


MIGUEL DE CERVANTES

Busco en la muerte la vida,
salud en la enfermedad,
en la prisión libertad,
en lo cerrado salida,
y en el traidor lealtad.
Pero mi suerte, de quien
jamás espero algún bien,
con el Cielo ha estatuido
que, pues lo imposible pido,
lo posible aun no me den.

Me encanta esta poesía que parece un canto al optimismo. A encontrar la belleza tras las sombras de la desgracia, a luchar por lo imposible, a no cansarse de soñar a pesar de que en nuestras manos poco descanse...
La vida es una joya pero no todos saben apreciar su belleza. Muchos creen que lo bueno es lo que brilla, lo que resalta y resplandece, y dejan de lado todos esos residuos que los optimistas reutilizamos rápidamente con fines positivos.
¿Qué culpa tenemos nosotros de que ellos no sepan chapotear en los charcos, ni contar las estrellas desde ventanas pequeñas...?
Yo sigo pensando que los raros son ellos, aunque como un buen amigo mio dice, nosotros siempre seremos los diferentes.

jueves, 22 de mayo de 2008

RETORNOS DEL AMOR RECIÉN APARECIDO

RETORNOS DEL AMOR RECIÉN APARECIDO

Cuando tú apareciste,
penaba yo en la entraña más profunda
de una cueva sin aire y sin salida.
Braceaba en lo oscuro, agonizando,
oyendo un estertor que aleteaba
como el latir de un ave imperceptible.
Sobre mí derramaste tus cabellos
y ascendí al sol y vi que eran la aurora
cubriendo un alto mar de primavera.
Fue como si llegara al más hermoso
puerto del mediodía. Se anegaban
en ti los más lucidos paisajes:
claros, agudos montes coronados
de nieve rosa, fuentes escondidas
en el rizado umbroso de los bosques.
Yo aprendí a descansar sobre tus hombros
y a descender por ríos y laderas,
a entrelazarme en las tendidas ramas
y a hacer del sueño mi más dulce muerte.
Arcos me abriste y mis floridos años,
recién subidos a la luz, yacieron
bajo el amor de tu apretada sombra,
sacando el corazón al viento libre
y ajustándolo al verde son del tuyo
Ya iba a dormir, ya a despertar sabiendo
que no penaba en una cueva oscura,
braceando sin aire y sin salida.
Porque habías al fin aparecido.

Rafael Alberti

Poco se puede decir después de tan bella poesía, es más, escribir detrás de las palabras de Alberti se me hace tanta responsabilidad que ni mi mejor frase (si intentara escribirla) podría llegar ni al borde de los pies de su poesía.