lunes, 29 de marzo de 2010

El Silogismo de la Racionalidad

El tacto de la arena entre las manos, la armonía de la sal sobre el mar, el jazz artificial flotando por la atmósfera... era como una conjunción astral propia de otra realidad; donde lo relevante se funde con lo trascendente.
Y ahí estaba yo, entre pensamientos y verdades, o mentiras a voces.

¿No es paradójico que la filosofía camine hacia la búsqueda de la Verdad mientras la humanidad tiende hacia el autoengaño?
Sí, por mucho que nos cueste asumirlo, todos nos mentimos. O queremos creernos. Cuestión de enfoque tal vez, pero la misma historia a fin de cuentas: Sucesión de mentiras que convergen al engaño. A la ignorancia que algunos les da la felicidad; esa palabra de la que intento desligarme, huir apresuradamente, evitar la confrontación directa, porque para mí, la felicidad está cuantizada.

No he llegado a indagar sobre la constante en torno a la que oscila, pero intuyo que la ecuación de la misma, su cota del error a priori, debe converger hacia la inteligencia emocional.

Todo lo demás son bosques sin árboles, verdades a medias, mentiras chillonas que no nos achantan. O sí, todo es contingente dependiendo del enfoque. Pero enfoquemoslo desde el silogismo de la racionalidad, del misterio de los valientes luchadores enajenados por la contaminación mental de este suburbio universal.
¿Y qué si nadie lo entiende? Seguirá subyaciendo platónicamente, esperando ser encontrado por una mente real.

viernes, 12 de marzo de 2010

Construir la casa por la Ventana

"Me falta soltura, trigonométricamente hablando"

Es oficial, he perdido la cabeza.
Si bien hasta ayer en mi mesilla de noche yacía un libro de filosofía de Schrödinger, hoy hay un tocho de artículos sobre la velocidad de arrastre de los portadores de carga en un hilo semiconductor.
La paradoja de que la velocidad de desplazamiento los electrones sea del orden de 0,01 mm/s (muy baja) y que (por ejemplo) la luz electrica surja instantáneamente al pulsar el interruptor ha estado todo el día en mi cabeza. Agolpándose y atormentándome como si de un cubo de rubik vital se tratara. ¿Cómo es posible que esos condenados bichejos negativos lentos lleguen casi instantáneamente a la otra punta del dichoso cable??

Después de indagar logré averiguarlo (la clave está en el número de portadores de carga), y Tipler, Schrödinger y yo, pudimos descansar tranquilos. Pero no por mucho tiempo...
porque en medio de todo ese desbarajuste sinusoidal, mi realidad alternativa se fusionó con la actual reapareciendo personas que no encajaban en el espacio tiempo. Esto me hizo pensar en una conversación que tuve hace poco sobre la influencia de los pensamientos en la realidad...¿tiene razón Coelho con que el universo conspira para ayudarnos? ¿o uno de mis amigos con su teoría del campo magnético generado por huecos que saltan de un cerebro a otro como si de un circuito de corriente contínua se tratara? Y en ese caso ¿nos diría Kirchhoff la manera de descifrar el pensamiento complejo?

Creo que es mejor que no siga escribiendo por hoy, no vaya a ser que esos señores de negro que me espían decidan prohibirme la entrada a las bibliotecas... xD Así que meditaré en silencio sobre la radiación de Cherenkov y la conducción de la psicoterapia en el vacío.

Es hora de que mis neuronas llenen sus bandas de energía.

viernes, 5 de marzo de 2010

Pon un Jacob en tu vida



Todos necesitamos un Jacob en nuestras vidas, alguien que nos guíe con un poco de misterio frente a las adversidades del universo.
Que sepa las respuestas de las preguntas que nos inquietan, o al menos, simule conocerlas.
Alguien que aparezca en los momentos decisivos, y nos mire con tranquilidad cuando todo va mal.
Que mantenga la calma y equilibre la balanza.
O sencillamente, alguien que nos preste su jacuzzi para revivir la fe.

La pregunta es ¿qué tipo de fichas somos?

martes, 2 de marzo de 2010

La naturaleza y yo

El ser humano está compuesto por un conjunto de instintos que tratamos de camuflar elegantemente con cosas como moralidad, protocolo y falsas apariencias. Sí, por mucho que lo neguemos, la genética está ahí (para bien o para mal).
Y como buena humana que soy, la naturaleza provoca en mí (o en mis instintos) un gran sentimiento de bienestar.
Perderse en el campo (o la playa, o la playa optimizada con el campo), respirar aire fresco y observar parajes maravillosos ha sido mi elección para estos últimos días.

Desde luego, como viene siendo normal en mi, me ha resultado imposible experimentar sucesos deterministas, es decir, una se levanta y sale de casa para dar un agradable paseo, y en realidad acaba en medio de dios sabe dónde corriendo bajo la tormenta (granizo, truenos...) empapada, en pantalón corto y sin posibilidad de retorno (sumamos el plus de que el dueño de la casa cierre la puerta con las llaves dentro (sabiendo que la única copia de las mismas estaba en OTRA provincia), y encima se queje de lo prehistórico de las cerraduras, argumentando que en los tiempos que corren debieran ser sustituidas por escáneres de retina que nos permitieran acceder siempre al hogar sin riesgos de pérdidas de llaves con catastróficas consecuencias). Sí, estoy de acuerdo, pero por desgracia no compartíamos mansión con el señor Gates, y por tanto cargar con los instrumentos rudimentarios actuales (también llamados 'llaves') era mucho más que una simple costumbre popular.

De modo que después de huir de los rayos cercanos acechantes, de sobrevivir a los desprendimientos de tierra y aguantar bajo los vientos y granizo, acabamos con alambres y destornilladores intentando abrir una puerta.

Por si no lo sabéis, abrir una puerta tal y como hacen en las películas, no resulta especialmente sencillo, es más, es practicamente imposible (por gente que no lo ha hecho nunca).
Lo más triste de esto, es que puedes juntar a 3 ingenieros con una gran caja de herramientas y obtener un gran NADA (o un gran FAIL), y sin embargo encontrarte a un cerrajero de apariencia incierta (donde 'incierta' es el eufemismo de "ludópata aguardientoso con nulo sentido de la estética") con una radiografía rota y conseguir una victoria aplastante.

Cerrajero 1 - Ingenieros 0.

Lo mejor de todo esto es el precio,
5 horas de trabajo de un informático con tecnología de última generación: 30 euros (aprox)
3 minutos del cerrajero con radiografía mágica: 65 euros
la cara de dos ingenieros humillados... no tiene precio.

Y para todo lo demás...
mucho sentido del humor ;)

PD. "Cosas fundamentales en la vida: El amor, Bécquer y los Alcázares" xD