domingo, 24 de octubre de 2010

Cenestesia


Mi libro de Programación Neurolingüística está resultando todo un éxito.
Te hace analizarte a ti mismo para abordar diferentes formas de entender tu manera de pensar, sentir y ver con el objeto de llevarte hasta la cima de otra clase de conocimiento personal.

Cuando llega esta época no puedo dejar de pensar en Navidad, quizá de forma cenestésica, sintiendo mi piel bajo una cálida bufanda al contacto del aire helado o degustando el olor a castañas asadas que envuelve cada calle.
No puedo dejar de pensar en las luces, brillantes, que adornan los árboles, e incluso el sabor del turrón de Suchard en mi paladar...

Quisiera poder pasar la navidad en mil ciudades, de mil formas distintas.
Patinar sobre hielo en Nueva York (sin matarme, obviamente), en una pequeña casa en los pueblos de Francia, saliendo del teatro en el centro de Londres e incluso tomando un chocolate caliente en cualquier cafetería acogedora del país de Nunca Jamás.

Escuchando a Frank (Sinatra) mientras desato mi instintos materialistas y elijo los mejores papeles de regalo para envolver Grandes detalles.

A veces desearía envolver la vida y adornarla con un gran "espero que te guste" en tonos dorados.

Sobretodo para recibir con una sonrisa la oportunidad diaria de volver a empezar :)

Nota: Libro PNL - Dr. Harry Alder

2 comentarios:

Neoligero dijo...

mmmm... tradiciones y fiestas populares hechas por y para el pueblo, suelen despertar ese tipo de sentimientos, melancolia, tristeza. Sobretodo en esta sociedad cambiante en la que ni siquiera nos soportamos a nosotros mismos. Yo voy a elegir sonreir, hacer feliz a las pocas personas que me rodean, y sobre todo enfocar mis objetivos, y no pensar en lo que pude ser y no fui. :)

Expediente X dijo...

El mejor regalo,
envuelto en un lazo rojo,
como el de la foto,
eres tú...
solete del sur jeje!!>_-

1 beso en tonos dorados.

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