martes, 3 de marzo de 2009

Slumdog Millionaire

Hay veces, que estando sentado en tu butaca del cine eres consciente de que te están haciendo un regalo. Un espectáculo visual, un guión bien hilado y original, una temática diferente, una banda sonora llamativa.. una fotografía espectacular... en resumidas cuentas, una gran película. Y eso justamente me pasó el viernes pasado mientras veía fascinada Slumdog Millionaire.
Todo es tan distinto a lo que solemos ver... que entran ganas de gritar y suplicar por más diversidad cultural cinematográfica.


La historia, tan trágica, conmovedora como mágica nos pone de manifiesto muchas quejas y críticas, bien endulzadas y coloreadas para que el espectador no perciba la cinta como una protesta sobre las infrahumanas condiciones con las que muchos han de vivir.
Lejos de esto, nos presenta un hilo conductor sentimental para equilibrar entre crítica social y maravilloso cuento. Nos hace reflexionar y soñar a un mismo tiempo, una combinación que no suele ir de la mano, porque vivir en un mundo devastador siempre da miedo, pero sonreír y seguir adelante mientras devastan lo poco que te queda, es un regalo de optimismo que todos deberíamos valorar.

0 comentarios:

Publicar un comentario